Me llamo Jorge, vengo de una familia muy rica pero nada agradable. Soy alto, pelo güero, ojos negros pero lo más importante de todo es que soy la única persona de mi familia que es compartida y que es una buena persona. Tengo dos hijos; Raquel de 17 años y Paul de 19, los dos unos hígados, envidiosos y sin corazón. Mi esposa Ana, muy guapa pero la peor persona que jamás conocerías, nos dejo cuando los niños estaban chicos y de paso tomo todo nuestro dinero. Nos volvimos humildes y más pobres que nadie. Vivíamos en la calle. Intente muchos trabajos pero todos me rechazaron.
Dos años después mis hijos me dejaron y se fueron a vivir con sus abuelos (Mis papas) a un castillo gigante. Les pedí permiso de quedarme con ellos pero dijeron que solo había espacio para dos niños y que no había forma de que yo cupiera (no acabo de entender…por lo menos me podían prestar un baño). Volví a la calle.
Un día muy nublado estaba caminando por la calle cuando note que a un señor de una edad avanzada se le cayó una notable cantidad de dinero de su bolsillo. No sabia que hacer: Tomarlo e irme corriendo, o devolvérselo siendo una persona justa la cual siempre pensé ser.
Tomé la decisión y le devolví el dinero. El señor, mas agradecido que nada me ofreció un trabajo como minero. Pensé: Ser minero es de los trabajos más difíciles y cansados que hay pero por la falta de mi dinero aceptare la propuesta. Además sé que lograré hacer un buen trabajo. Y justo eso hice.
Una semana después empecé mi trabajo; 10 horas al día. Agotador. Acabando el primer día tenia más de 20 ampollas y los brazos y las piernas ni las sentía. El segundo día fue todavía más agotador. Lo único que me motivaba era el dinero. No quería seguir en la calle.
Después de un año con este mendigo trabajo logre comprar una departamento, no muy grande pero funcionaba.
En lo que cabe no me gustaba tanto trabajar en la mina, era difícil, cansado, sucio y obscura pero lo peor de todo para mi es que era muy repetitivo. Sentía que estaba viviendo un mismo día una y otra vez.
Uno de estos días que estaba trabajando hubo un pequeño temblor. Apenas y se sintió.
Como un minuto después las maderas que soportaban el túnel en el que estábamos empezaron a moverse y se cayeron. El túnel también se cayo y esto implico que toda la tierra que estaba arriba del túnel se cayera encima de todos los trabajadores (ahora mis amigos) incluyéndome.
Me quede inconsciente por unos minutos y cuando desperté sentí un dolor tremendo en mi pierna derecha y también una dificultad de respirar ya que la tierra me aplastaba brutalmente.
Trate de gritar para ver quien seguía vivo de los trabajadores (mis amigos) pero nadie respondió.
Supuse que habían muerto. Me dolió el corazón. Eran los únicos amigos verdaderos que jamás había tenido. Empecé a llorar.
No podía soportar el dolor de mi pierna entonces decidí voltear a verla. El hueso estaba afuera de la piel. Había sangre por todos lados. Trate de arrastrarme para ver si había una salida pero no me pude mover, la tierra oprimía mi pecho.
Mientras tanto el dueño de la mina, Miguel, se empezó a preocupar por nosotros ya que habían acabado las horas de trabajo y nadie salía (Normalmente todos salían muy apresurados).
Decidió echar un vistazo. La entrada a la mina estaba totalmente cubierta por tierra y no había forma posible de entrar. Tuvo un sentimiento desagradable y nuevo en su garganta, como un nudo. No lo podía creer; Estaba llorando.
Este era un señor muy serio y firme y a lo largo de su vida no había soltado una sola lágrima por que pensaba que era para personas débiles y pusilánimes, estaba sorprendido.
No se rindió y decidió llamar a los bomberos, policías y a todas las personas posibles que Miguel pensaba que podrían ayudar.
Mientras tanto Jorge seguía sin salida y lo único que pensó que podría hacer era intentar dormir para que se le pasara un poco el dolor. Este soñó no de dinero, no de un castillo pero sino de una familia, una esposa amorosa e hijos valientes y justos. No le importaba en donde viviría con tal de que pudiera mantener a su familia y más que nada ser feliz.
Unas horas después despertó Jorge con un dolor inaguantable de su pierna, sentía que ya no iba a durar mas tiempo con vida. Grito con todas las fuerzas que le quedaban.
Los policías y bomberos pensaron en formas ingeniosas para rescatar a los trabajadores pero ninguna de esas funciono. Después de dos días de fuerte trabajo se rindieron.
Jorge sin fuerzas se estaba volviendo loco adentro de esa mina, ya no aguantaba.
De repente vio una luz brillante, más brillante que nada. Pensó que ya era su hora, pero era un trabajador que había sobrevivido. También estaba muy herido pero se veía con fuerza.
José, el trabajador tomo las manos de Jorge con fuerza y lo saco de ese lugar en el que estaba atrapado.
Jorge no podía caminar entonces Josa lo tuvo que cargar. Unas horas después José no pudo más y se tiro al suelo en gran dolor, se murió. A Jorge le dolió pero supo que tenía que seguir su camino, y lo hizo arrastrándose. Supo que estaba muy cerca de salir de ese terrible lugar entonces aunque tenia poca fuerza siguió. Minutos después vio una luz a la distancia, se dirigió a ella.
Logro salir. No lo pudo creer, estaba feliz pero cansado, se desmayo.
Al dia siguiente despertó en su cama confundido y no recordaba mucho, mas que ese sueño.
Estaba Miguel adentro del departamento y le dijo a Jorge que el fue el que lo encontró desmayado afuera de la mina.
Jorge se lo agradeció y desesperadamente le pregunto:
-¿Tu crees que algún dia encuentra a una mujer y tenga una familia?
-Sin duda Jorge, eres de las personas más honestas y perseverantes que he conocido en mi vida y estoy seguro de que pronto encontraras a alguien perfecto.
Se dieron un abrazo y Jorge se quedo dormido.
jueves, 5 de noviembre de 2009
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