Melisa una muchacha alta, flaca, de pelo café con ojos verdes y su hermano Daniel, un chico apuesto también de ojos verdes peleaban como siempre:
– Ya me harte de que te metas en todo! dijo Daniel.
- ¿Yo? Si, tu eres el que siempre va de chismoso con mamá! contesto Melisa.
- Eso no va a cambiar… así que vete acostumbrando, Daniel contesto a gritos.
- Ahhh… Te odio…arruinas todo!, grito Melisa y se fue corriendo a su cuarto.
Melisa estaba muy enojada con su hermano, por que según ella la habían castigado por la culpa de Daniel, siempre era así. Después de llorar del enojo unos 10 minutos, el sueño le gano a Melisa, se relajo y se quedo dormida sobre su dulce, enorme cama, derramando unas cuantas lágrimas en su almohada mientras abrazaba a su osito de peluche.
Unas horas después la mamá de Melisa la despertó llorando, Melisa, despierta tenemos que ir a hospital.- dijo su mamá con la voz llorosa.
Melisa con la voz un poco ronca pregunto.- Que, ¿paso algo?
-Me temo que si, tu hermano Daniel ha tenido un accidente, los doctores dicen que está muy mal. contesto llorando la mamá.
Melisa se lavo la cara rápidamente y se subió al coche con su mamá para irse al hospital. En el camino Melisa y su mamá estaban hablando sobre lo acontecido,
-Pero mamá como paso esto?, pregunto Melisa.
La mamá con una voz muy baja contesto,
-tu hermano salió en el coche, estaba muy enojado y dijo que necesitaba estar solo… otro coche donde venia un chico borracho que no se llevaba bien con tu hermano, le choco varias veces hasta que el auto se volteo.
Hubo un silencio entre la madre y Melisa, cuando llegaron al hospital su mamá camino enfrente y Melisa la siguió hasta que llegaron a la sala de espera. Pasaron 20 minutos, después 40, y así fueron pasando los minutos hasta que salió un señor muy alto, güero, con una blusa y unos pantalones verdes claros, con arriba una bata blanca con su nombre a lado. La mamá de Melisa cuando lo vio salir empezó a temblar, se levanto y fue a donde se encontraba el doctor.
-Doctor, ¿Que paso? Daniel, ¿está bien?, pregunto la mamá.
-Señora, me temo que las cosas no salieron como esperábamos, dijo el doctor volteando hacia abajo. Unos segundos después el doctor levanto la cabeza y la volteo a ver. Movió su cabeza hacia un lado y al otro, queriendo decir que no.
La mamá de Melisa bajo la cabeza, cayó sobre el piso blanco del hospital, puso sus manos en su cara y empezó a llorar descontroladamente. Melisa al verla llorando de esa manera se dio cuenta que las cosas no habían salido bien. Se paro lentamente, camino a donde estaba su mamá, la abrazo muy fuerte y comenzó a llorar. Le agarro su mano y dijo con voz muy baja y llorosa
- lo superaremos juntas.
Cuando estaban en el auto volviendo a casa, Melisa solo pensaba en lo que había pasado la noche anterior, cuando le había dicho a su hermano que lo odiaba. Ella sabía que eso no era cierto que lo había dicho por qué estaba enojada, pero ahora no podía decírselo a su hermano el… el ya no estaba. Ella se sentía culpable por lo que había pasado, en parte sabía que no había sido su culpa pero por otra pensaba que todo era su culpa.
Ese mismo día el papá de Melisa, un hombre robusto, de pelo negro con ojos verdes fue a casa de Melisa, porque Melisa y su mamá lo habían llamado por una emergencia. El llego a la casa, entro por la puerta de madera de la entrada, se dirigió a la sala y se sentó en el enorme sillón rojo, recostó su cabeza en la orilla del sillón y espero que Melisa, Daniel o su ex esposa bajaran. Bajo la mamá, después Melisa, pero no bajo Daniel. El papá con una sonrisa en su cara se paro y pregunto:
-¿Y Daniel no está en casa, o porque no baja?
De eso tenemos que hablar, dijo la mamá de Melisa.
Melisa lo volteo a ver con sus ojos rojos e hinchados, le mostro una pequeña sonrisa falsa y lo abrazo. El padre también la abrazo pero no entendía lo que estaba pasando, ¿por que tenían los ojos así?, ¿porque Daniel no estaba?.
-Y bueno me vas a decir lo que paso, pregunto el papá con una voz ronca a la mamá.
-Si, mira, Daniel tuvo un accidente en el carro ayer por la noche, y el… no sobrevivió. Dijo lentamente la mamá con una voz muy baja.
El papá no podía creer lo que estaba pasando, no podía entender como había pasado. Se quedo callado por algunos minutos, hasta que por fin dijo: y esto…¿como paso?, es que no puede ser…no… simplemente…no. Las volteo a ver y respiro profundo, después de otros minutos el papá empezó a llorar desconsoladamente y hablo durante unos 20 minutos de lo mucho que lo quería.
Mientras el hablaba Melisa seguía pensando en lo que le había dicho a su hermano y como se sentía culpable de todo lo que le había pasado a Daniel.
-¿Pero por que estaba en esas horas de la noche solo manejando? -pregunto el papá de Melisa
La mamá respondió.-estaba enojado con Melisa, quería estar solo.
-¿Con Melisa?, ¿Quieres decir que todo fue su culpa?- pregunto el papá de Melisa mientras la volteo a ver.
-No lo había visto de esa forma, pero ahora que lo pienso tienes razón. Si o hubiera sido por ti, y volteo a ver a Melisa. Esto no hubiera pasado. Dijo con una voz de enojo la mamá de Melisa.
- No! Yo no quería, no fue mi culpa! Lo juro. Respondió desesperadamente Melisa.
Su mamá y su papá se fueron acercando con una cara de enojo y decepción, le empezaron a gritar y…
Melisa se despertó y grito con una voz de desesperación, DANIEL!!
Se escucharon unos pasos corriendo que iban hacia el cuarto de Melisa, era Daniel, cuando entro al cuarto y vio a Melisa con una cara de frustración y de susto, se acerco a ella, la vio directamente a sus ojos verdes brillantes y le digo con una voz tierna, Meli, todo está bien, fue solo un sueño.
lunes, 9 de noviembre de 2009
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario