Todo empezó un domingo, yo estaba en la casa de mi tía Petunia con mis hermanos. Tengo 3 hermanos mayores: Emiliano Nicolás y Alfonso. Ese domingo, en casa de mi tía Petunia , estábamos comiendo y de repente pasó lo inesperado, se escuchó un ruido muy fuerte en la azotea , mis hermanos alarmados, fueron corriendo a checar quién estaba ahí. No me dejaron subir, y estaba muy asustada. Cuando mis hermanos bajaron me dijeron que no había nada en la azotea y eso me alivió.
A la siguiente semana volví a la casa de mi tía. Desde hace mucho quería subir a la azotea a ver que había ocurrido esa noche de domingo. Llegando, comí y subí de inmediato a la azotea. Cuando llegué me encontré una gran sorpresa ya que había un gran hoyo en el piso. Era el hoyo más profundo que había visto en mi vida. Quise meterme ahí a ver que había adentro, nunca antes había ahí ningún hoyo o será que lo estaré imaginándo? Entonces me metí , como era tan profundo tuve que poner una cuerda en mi cintura. Bajé tan lento como una tortuga en una carrera, al fin había llegado al fondo del hoyo. Ahí no encontré nada más que el final de la cuerda. Después tuve que volver a subir, porque mi tía me estaba llamando.Subí y me encontré con mi tía, ella me llevó a mi casa con mis hermanos.
El siguiente día, que era lunes, me dormí temprano. Ese día me levanté temprano y me fui a la escuela emocionada por lo que había pasado el día anterior. Llegando fui con mis amigas a contarles, les conté todo y cada uno de los detalles de mi aventura en el hoyo. Fue un día normal en la escuela y ya quería que fuera domingo para ir con mi tía Petunia. La semana se pasó rápida y al fin llegó el día que esperaba.Cuando llegué a la casa de mi tía subí a la azotea pero para mi sorpresa, ahí no había ningún hoyo se me hizo muy raro y pensé que estaba loca. Entonces me fui ese día muy decepcionada, creí que el hoyo iba a estar ahí como el domingo pasado.
El lunes llegué muy triste con mis amigas a contarles lo que había pues sucedido. El tiempo pasó y después de un mes volví a la casa de mi tía Petunia. Subía a la azotea y de nuevo ahí estaba el hoyo. Me dio mucha curiosidad y bajé al hoyo otra vez , encontré la cuerda que había usado hace un mes exactamente. Volví a bajar , lo único que cambió fue el número de rocas que había, en vez de una, esta vez habían 2. De nuevo, al domingo siguiente fui y otra vez había desaparecido. Pasó un mes y de nuevo fui ,pero ahora el día 30 caía en lunes entonces me escapé de mi casa y fui a la casa de mi tía Petunia Subí de nuevo a la azotea y ahí estaba el hoyo. Entonces fue cuando me di cuenta que el hoyo solo aparecía los 30 en el mes.
Al día siguiente fui con mi mejor amiga llamada Karen a contarle lo que había sucedido. Ella me sugirió que cada mes en el día 30 fuéramos y decoráramos el hoyo con unas sillas y pues habláramos de la escuela.Yo acepté la gran oferta de Karen y cada día 30 del mes, a partir de este domingo nos reuníamos en la casa de mi tía Petunia. Ella empezaba a sospechar entonces tuvimos que encontrar otra forma de entrar a la azotea. Hablamos con la vecina de Petunia y nos dejó subir a su azotea, ahí ideamos un plan para saltar hacia la azotea de al lado.Karen y yo empezamos a construir un puente que podía guardarse y desde ahí cada 30 días íbamos a platicar en el hoyo.
El hoyo según yo, era mágico pues era increible como cada 30 días a las 3 PM aparecía sin falta. Ya había pasado un año desde que Karen y yo descubrimos ese hoyo y la verdad nos cambió la vida desde ahí por lo menos cambió mi vida mis papas despues de no hablarse en 5 años sucedió el milagro. Ahora parecen 2 adolescentes enamorados. Después mi hermano Emiliano de 23 años tenía diabetes y milagrosamente se sanó así es ya no tiene nada yo no se pero creo que en verdad el hoyo es mágico.
Al siguiente día en la escuela fue directo con Karen a contarle lo que pensaba del hoyo, ella me dijo que definitivame0e era mágico. A ella también le habían pasado cosas milagrosas. Después de esta semana regresamos al hoyo pero no estaba era muy muy extraño por que el hoyo nunca llegaba tarde y nunca faltaba. Entonces regresamos al siguiente mes y tampoco estaba y así sucesivamente. En noviembre no regresó el hoyo pero si había una carta que decía:
No me busquen más, ya que no voy a regresar.
Sus problemas ya resolví, como no tengo nada
Más que hacer me voy.
Gracias por todo
Su hoyo.
Esta carta nos llego al corazón entonces no volvimos mas a la azotea. Karen y yo seguimos la escuela hasta terminar la secundaría. Llegando a prepa Karen y yo nos fuimos a estudiar a Canadá a una universidad después Karen llegó a estudiar a Harvard y se convirtió en una exitosa abogada. Yo me fui a estudiar a la ibero, una universidad y terminando la carrera me fui a estudiar a París y termine mis maestrías, ahora soy dueña de un restaurante en París. Siempre le cuento a mis hijos y nietos sobre la historia del famoso hoyo que nunca olvidaré. Él cambió mi vida y se lo agradezco. El hoyo seguramente irá con otras niñas y compartirá las mismas experiencias que nosotras.
PS: Los siguientes hechos son ficción, y nada fue real. Tú tienes que resolver tus propios problemas y no puedes esperar que alguien más los resuelva.
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