sábado, 7 de noviembre de 2009
La casa de Baños (Sebastián Dávila, 22)
Hubo una vez en el mágico mundo de Elbhereth, las grandes ciudades: Elbhereth la ciudad del arte, Long Night la ciudad de la oscuridad, Akator la ciudad en las nubes, Bohabatti la ciudad de los tesoros, Atlántida la ciudad de las profundidades, La Torre De La Hechicería la ciudad de hielo, El Palacio De Las Abejas la ciudad de cera y ríos de miel, Silver Mine la ciudad de las montañas y Ariador la ciudad de Vidrio. Hace mucho tiempo un diluvio destruyó Atlántida, las maravillas de esta ciudad ahora solo son ruinas y los habitantes evolucionaron a criaturas marinas. En Silver Mine hubo un derrumbe y la entrada desapareció sin dejar rastro, pasó el tiempo y de esta ciudad, la historia se convirtió en leyenda y la leyenda en mito. Hasta que durante las grandes guerras encontraron la entrada dentro de un árbol en medio de un estanque dentro del Gran Bosque.
Pero vámonos hacia Ariador, tiempo antes de las grandes guerras. Esta ciudad es famosa por su arquitectura de cristal puro. Es como Venecia pero de vidrio, tiene calles con canales y grandes puentes y edificios estilo gótico. Está ubicada en las costas del Gran Mar. Ahí en un puerto hay una casa que llama mucho la atención, porque es la única casa de roca sólida color ocre con toques de azul claro. La gente la llama “la Casa De Baños” porque que tiene muchos cuartos inundados, muchos baños, jacuzzis, fuentes y albercas. Tiene una entrada por mar y otra por tierra, y es la casa más rara del mundo ya que hay cuartos que no tienen techo, vitrales que hablan, puertas que no tienen nada del otro lado, columnas que no llegan al techo, albercas con peces, escaleras que no van a ningún lado, esculturas vivientes y pinturas que te lanzan agua cada vez que pasas junto a ellas. La casa es así porque una sirena descendiente de Atlántida que vivió en esa casa. Fue hija de un tritón y una bruja. Neptuna es esta sirena que inundo la casa y le puso una entrada por agua, se tomó un tónico y le salieron alas y compró un maniquí vestido de gala y le puso una pecera con dos peces naranjas de cabeza y le dio vida para convertirlo en su mayordomo. Un día Neptuna hechizó la casa para convertirla en un lugar mágico.
Tiempo después, los habitantes de Ariador se volvieron supersticiosos contra ella por ver todas las noches vitrales en la calle y que de las ventanas de la casa caían cascadas de agua. Hubo una pelea donde a Neptuna se la llevaron los piratas para pegarla en su barco. Neptuna murió y la casa siguió igual de rara, pero sin vitrales en las calles. Pasaron las grandes guerras entre los Elbherianos y la orden de las sombras, la orden de las solsluns y las pesadillas.
Ahí, la aristócrata Ítala Bathwaters era una mujer alta que usaba vestidos muy raros como uno rojo con una diadema de cartas. Ella vivió en la casa de baños hasta que empezaron los asesinatos que dieron lugar a las grandes guerras. Por eso ella se fue de la casa y compro un departamento en Elbhereth. Antes de esto la casa no le causó ningún problema más que con las pinturas que echan agua, ella era feliz ahí con el mayordomo maniquí. Para la guerra Ítala tuvo que aprender hechizos defensivos y como trazar símbolos protectores. Después de las guerras ella regresó a su casa. Porque ella ya era una hechicera cuando entró a la casa, su sombra se hizo muy larga y se pescó de la puerta y ella calló en el único salón que si era de vidrio. Ella se espantó tanto que con la ballesta que ella siempre llevaba le lanzó una flecha y la sombra se quedó pegada en la pared con una flecha en medio de la frente mientras una pintura empezaba a inundar la habitación. Ella fue a una tienda de magia y compró un cuchillo para cortar sombras y llegando a la casa de baños cortó la sombra de sus pies.
La noche fue una pesadilla para Ítala, ya que cuando dormía, la cama empezó a caminar y la tiró por un barandal y cayó en un cuarto que no estaba inundado. Se acercó a una fuente y vio que del agua emergía una especie de salamandras de agua y que a los peces de las albercas les crecían bigotes mucho más largos que los de Dalí. Ella como loca le disparó a las salamandras que la atacaban y mientras veía que los vitrales y las estatuas se salían a la calle. Disparó la última flecha a un vitral color morado que la iba persiguiendo por los oscuros pasillos. La sombra toda cortada se arrastraba por el suelo y ella le pegó con la ballesta tan fuerte que hasta la ballesta se rompió. La sombra no se murió entonces ella sacó el cuchillo para sombras y le cortó la cabeza, ella se patinó con la sangre gris oscuro de la sombra y el cuchillo se clavó en el piso de mosaicos azul brillante que se agrietó y se rompió. Se hizo un hoyo tan grande que ella se calló a él. En el hoyo había mucho carbón en pedazos y ella tomó uno y trazó un círculo protector alrededor del hoyo y un símbolo con una estrella partida en dos con un caracol en su mano. Tomó un candelabro y su ballesta y entró por el hoyo. Espero ahí a que se hiciera de día viendo como con el primer rayo de sol todo volvía la normalidad. Ya de día entró al hoyo donde encontró las ruinas de un majestuoso barco de sauce con una sirena con alas disecada en la punta del barco. Ítala se acercó a la sirena y vio que era nada más y nada menos que la tumba de Neptuna. Ella vio que la sirena traía un pequeño diario colgado en su cuello. La mujer lo tomó y leyó toda su historia, al final tenía una advertencia que decía que decía que cuidado con las brujas que entren a esta casa. A Ítala le cayó el veinte y entendió pos que le pasó todo esto. Cuando salió del hoyo vio que el pueblo se dirigía hacia la casa. La iban a matar y hacerle lo mismo que a Neptuna. Ella agarró el librito, se salió de la casa y se dirigió a una colina al lado del mar mientras pronunciaba algo en asltriliant, un lenguaje antiguo que los piratas no entendían. Lo termino de leer, se aventó al agua y nunca más se volvió a saber de ella. Pero los testigos dicen que de su vestido salió un misterioso pez azul dirigiéndose al horizonte.
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