¿Has deseado a alguien con todas tus fuerzas y por algún motivo ese amor no ha podido existir? Duele, ¿verdad? Pues te contare mi historia no se si es el mejor final, pero al recordarlo no dejo de pensar que fue el mejor inicio.
4 meses atrás.
Lo que me faltaba mis papas me cambian de colegio y no un cole cualquiera sino un INTERNADO y no un internado cualquiera sino uno en CANADA, pero supongo que no todo es su culpa, dicen que las coincidencias existen pero supongo que el destino cambio todo. Pero no maneje bien esta situación…
…Todo empezó cuando invite a mi novio a mi casa, solo estábamos viendo una película, “Están entre nosotros” si es que recuerdo bien ya que toda la película me tape los ojos, no es fácil ver toda esa sangre y esa fea señora muerta (de tan solo recordarlo me dan escalofríos), pero lo que si puedo recordar son 2 cosas de ese momento, primero la voz de mis padres gritando -María José, ¡que estas haciendo!- y la cara de Pepe cuando entraron mis padres. Mi familia son como gentes de fe, creen que besar a un chico es ofender a Dios y a la familia, puras tonterías no los entiendo. Después de eso mis padres decidieron enviarme a Ontario, Canadá para el internado.
Mis amigos me hicieron una fiesta de despedida pero no es fácil decir adiós a todas ellas. Ese día corte con Pepe, supongo que no iba a funcionar de larga distancia.
En el aeropuerto las lagrimas no salían, supongo que se me habían acabado en la noche.
Después del avión me subí a un autobús que me llevaría a Ontario. El autobús era muy chico y olía a perro muerto. Todo el camino me la pase escuchando la canción de “Truly Madly Deeply” de Savage Garden, cada vez me ponía mas triste y sentimental. Cuando vi que llegábamos al vil internado me pare enseguida y me pare junto a la puerta. El autobús se movió muy fuerte, se abrió la puerta, caí en el momento. No me había dolido, de hecho se sentía raro. ¡Dios estaba sobre un chico! Y si que estaba guapo, tenia unos ojos color almendra con pestañas largas, un pelo café obscuro que le cubría la frente y unos labios demasiado lindos para no poder dejar de verlos. Escuche una risa y reaccione.
Era encantador.
-Hola- dio una sonrisa que mostraba unos dientes perfectos.
Solté una risa muy tonta –Hola.
-Perdón, ¿estas cómoda?.
Hice un ruidito ridículo y me moví. Al pararme me di cuenta que era muy alto, tendría que levantarme de puntitas y creo que solo así alcanzaría su mejilla, me sentía un poco enana. Tenia muy buen cuerpo, brazos fuertes y marcados.
-¿Estas bien?.
-Si, lo siento mucho- estaba casi segura que me había puesto roja.
-No te preocupes, ¿eres nueva?
-Si.
-Bueno espero verte pronto y ten cuidas- dio esa sonrisa encantadora y se fue.
Cuando llegue a ese edificio no pude evitar ver el gran letrero que decía “St. John's Kilmarnock School”, ahora que lo pienso nunca pregunte el nombre, pero no se veía tan mal. Al entrar me di cuenta que las paredes eran hechas de una rara mezcla de piedra blanca y ladrillo vistoso, muy lindo. Me percate que una niña me estaba viendo y me voltee, pero ella ya estaba alado de mi sonriendo.
-¡Hola, debes ser la nueva!- Tenia una sonrisa de mejilla a mejilla, se veía amigable. Su pelo era de color rojo profundo. No ese horrible anaranjado de zanahoria o un rubio rojizo, sino un oscuro y brillante caoba.-Ven acompáñame a que te muestre a todos, por cierto soy Amanda.
Simplemente asentí y eso fue suficiente para que su gran sonrisa volviese.
Caminaba muy lento, demasiado, así que sentí que lo hacia a propósito para que todos me vieran. Mientras miraba alrededor no podía dejar de ver todos eso chavos, pero solo buscaba a uno. Cuando señalo el grupo de los deportistas ahí estaba el, me le quede mirando, se estaba riendo con unos amigos.
-Tienes buen ojo, pero alguien mas lo tiene en la mira- y como de película justo que pronuncio esas palabras llego una tipo “Polly pocket”. Tenia el pelo güero y ojos verdes. No era muy alta pero lo suficiente para alcanzarme, tenia esa sonrisa falsa de Paris Hilton imitada a la perfección-como odio a esa vibora.
-Se ve que es un fastidio- mi voz sonó con celos.
-Vale, vale no quiero que odies a alguien tan pronto, menos por mi culpa.
-Já ni te preocupes- voltee enseguida hacia el, pero fue un error porque mi persistencia me mostró un beso muy apasionado entre el y la “Polly”.
Eran novios, mas que confirmado.
Cuando llegamos a la alcoba esta estaba hecha de la misma piedra blanca de las paredes pero con unos azules celestes, lo hacia ver muy bonito. Aunque lo que mas me gusto fue ese lindo balcón de cuento de princesas que se encontraba a la derecha de mi cama. La noche fue lo difícil pues de ahí en adelante no deje de soñar e el.
Las clases eran muy fáciles, las semanas pasaban y no veía ningún problema para exentar alguna materia. Siempre me considere todo un cerebrito. Cuando iba caminando por la cafetería, no pude evitar ver como dos alumnos estaban acomodando en la cafetería un gran letrero que decía: “NO FALTEN ESTE VIERNES A LA FIESTA DE HALLOWEEN / 30 OCTUBRE”. Me sorprendí bastante, ¡Ya era Octubre! No podía dejar de pensar que estos 3 meses habían pasado demasiado rápido y lo peor, era mañana.
-¡Majo ven, por aquí!-no lo podía creer, reconocí su voz. Era el. Estaba sentado en una mesa con algunos amigos. Me sorprendió que me llamara con mi apodo pero aun así me acerque sin pensarlo -Hola ¿como estas?.
-Bien, oye ¿cómo sabes mi apodo?.
-Jaja mejor lo dejaremos en secreto- y me guiño el ojo -creo que yo no te eh dicho el mío, soy Jonathan- mostró de nuevo esa linda sonrisa, yo solo mostré una sonrisa tímida de respuesta (vale que tonta).
-Vas a ir a la fiesta?.
No lo había pensado –si- pero aun así respondí eso. La campana toco y con una sonrisa entre ambos nos dirigimos a nuestras clases.
Le pedí a Amanda que me ayudara con hacer el disfraz. Estuvimos trabajando toda la noche en el. Era un hermoso vestido azul cielo, junto con un antifaz con lindos colores y una pluma que parecía de ángel.
-¡ARRRR, a divertirnos!- le quedaba muy bien ese disfraz de pirata.
La decoración del lugar era espectacular. ¿Quien dijo que los cambios eran malos? Amaba este colegio, corrección internado, ya tenia muchas amigas y las materias eran fáciles, aparte de conocer al chavo de mis sueños.
En la entrada no pude evitar ver la pelea entre Juan y la “Polly”.El venia disfrazado de caballero (vale, el disfraz era un poco raro pero se veía buenísimo), mientras que ella usaba un vestido de diabla tan corto que parecía que la pompa se salía del disfraz, repugnante.
-¡Tu me amas a mi!- Se veía desperada y lo tomo de la cabeza para besarlo.
El la quito con fuerza gritando -¡Déjame!- y volteo hacia mi, la dejo y se dirigió hacia mi dirección. ¡Me estaba mirando y venia hacia mi! Sin decir nada tomo mi mano y me llevo a bailar. No pude decir nada. No se que canción sonaba pero me gusto mucho, creo que era de James Morrison. No sabia bailar muy bien. Mi vestido se movía rápido y mi pies sabían lo que hacían pero realmente lo que pasaba es que el hacia que fuese fácil, los espacios de mis manos se llenaron juntándose con las suyas. Me jalo hacia el y me abrazo, nos movíamos lentamente en la pista. Aclare mi voz y dije:
-Perdón por ver la pelea, no quería interrumpir.
-Me canse del drama, pero ahorita estoy contigo.
No pude dejar de sonreír. Bailamos toda la noche, todas las canciones. Al ponernos en el centro de la pista se quito su antifaz y me quito el mío.
-Te ves hermosa, no e podido dejar de pensar en ti desde lo del camión, y termine con Samanta - con que ese era su nombre –pero solo por ti. No sabia que decir pero antes de que dijera algo. Me alzo de la cintura y me acerco hacia su cara, sentía su respiración y sin pensarlo nuestros labios chocaron lentamente. Mi mente se fue a otro mundo, nunca me había sentido así al besar a un chavo, sabia que todos nos miraban pero para mi solo estábamos el y yo. Nuestros labios se separaron pero nuestras frentes chocaban haciendo que solo miráramos hacia nuestros ojos y para terminar me dio un beso en la frente, se acerco a mi oído y susurro –Te amo.
Las semanas pasaron y ninguno podía evitar estar lejos del otro. Éramos inseparables. Teníamos discusiones, no éramos perfectos pero eso no impedía que volviéramos a estar bien, el siempre lo lograba.
Todo cambio cuando estaba en clase de literatura, me mando un mensaje diciendo “Sal tenemos que hablar”. Fuimos al patio. El cielo se veía rosa, no se si el sol estaba en una posición diferente, pero me encanto.
Cuando comenzó a hablar me decía que me amaba y que me quería pero tenia que irse a otro país (tuvo muchos problemas familiares, nunca normales). Después de tres minutos mi mente se apago, ya no lo escuchaba solo lo veía mover las manos.
-No te puedes ir, ¡Te amo!. Sin decir nada me abrazo , solo lo empujaba (como era capas de irse). –Tranquila- su voz sonaba con tanta dulzura, que solo lo abrase con fuerza. Me dio un beso en la frente y se fue.
Me costaba creer lo que pasaba, ya no salía. Todas las tardes me quedaba acostada alado de las flores dibujando y escribiendo estas palabras que ahora lees, aunque no era cómodo pues estaba hecho de sementó, siempre lograba inspirarme un poco. Esa tarde me quede dormida. Sentí unos pasos, no me dio importancia pues sabia que era un alumno mas que colocaría su mochila alado pues ahí se ponían en deportes. De la nada sentí que alguien se colocaba sobre mi y al tocar la cara no pude evitar saber quien era, nos besamos al instante –no me iré sin ti.
Un sueño no lo creo, realidad talvez. Pero supongo que lo cambios no son tan malos después de todo.
sábado, 7 de noviembre de 2009
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